Cuando te dé un achuchón de "ahora me lo zamparía todo", cierra los ojos y cuenta 10 o 20 respiraciones profundas. Centra tu mente en esas respiraciones. Si te despistas y comienzas a pensar en otras cosas, vuelve a la respiración y cuentas de nuevo. No es garantía de que se te pase, pero puede ayudar a relajarte un poco y ver las cosas con más perspectiva. Y no te fustigues, que días de estos tenemos tod@s (o casi).